Desde hace varios años se lleva hablando del potencial de la tecnología NFC (Near Field Communication) y experimentando posibles aplicaciones, pero es ahora cuando este protocolo de comunicación inalámbrica está revolucionando la forma de intercambiar datos. La tecnología NFC, derivada del sistema de identificación RFID por radio frecuencia presente por ejemplo en las etiquetas de seguridad de las tiendas, es un procedimiento de interfaz inalámbrica, de corto alcance y alta frecuencia, que permite la recepción y envío de datos entre dispositivos electrónicos que se encuentren a menos de 10 centímetros.
Más técnicamente, la NFC trabaja en la banda de los 13,56 MHz, así que no se le aplica ninguna restricción y no requiere de ninguna licencia para su uso. Otra de sus características es que su tasa de transferencia puede alcanzar los 424 KB, por lo que, aunque no permita la transmisión de grandes cantidades de datos, facilita una comunicación instantánea y muy rápida de pequeñas dosis de información.
En poco tiempo las grandes ventajas de este método remoto de almacenamiento y recuperación de datos le han hecho pasar el periodo de prueba y convertirse en una tecnología puntera de uso masivo y con un extenso campo de aplicaciones. Estos atributos giran en torno a dos conceptos: seguridad y velocidad de comunicación.
Al ser inalámbrica a no más de 10 centímetros, la fiabilidad de que no pueda haber nadie con un sniffer abierto para capturar datos es casi absoluta, porque para hacerlo se tendría que acercar también este dispositivo a menos de 10 centímetros. La NFC aporta la seguridad ideal para habilitar sistemas de identificación y entrar, por ejemplo, a la oficina con el móvil, para realizar pagos electrónicos, o para transferir datos como una tarjeta de contacto simplemente entrechocando los móviles.
La generalización de su uso ha propiciado el desarrollo de aplicaciones y técnicas como la NFC Beaming, que convierte el dispositivo tanto en lector como emisor de NFC y permite el intercambio de ficheros con tan solo acercar el dispositivo a otro dispositivo, muy útil por ejemplo para el intercambio de tarjetas de visita en eventos comerciales y networking.