La nueva campaña de marketing del videojuego “Splinter Cell” ha generado el pánico entre los ciudadanos. La campaña se desarrolló en diferentes locales de Nueva Zelanda, y generó un estado de alarma y pánico extremo, que derivó en denuncias y avisos a la policía, tras la aparición de un “agente especial” con una pistola en la mano apuntado contra los clientes y transeúntes de la zona.
Ante lo ocurrido la empresa representante del videojuego, Ubisoft, se ha pronunciado y se ha disculpado por el pánico generado, afirmando que no eran conscientes de las consecuencias que podían darse.